Adiós querido Juanga

Voy a confesar que el día de ayer lloré por Juan Gabriel. No es de mi familia, ni amigo, nunca lo conocí, nunca intercambiamos palabras, solamente tuve la dicha de verlo varias veces en concierto, no conoció nada de mí, pero yo como miles y miles de personas sí de él. Nunca me dedicó una canción, pero yo siento que muchas las escribió para mí; amor eterno se la escribió también a mi madre, yo como el sé que el tiempo pasa y nunca perdona y que Ciudad Juárez es la frontera más fabulosa y bella del mundo.

Como Juarense, me siento un poco egoísta, aunque sé muy bien que no solo lo lloramos nosotros, siento que está perdida duele más aquí. Es bien sabido que Alberto Aguilera llegó muy chico a la frontera, su madre y hermanos buscaban una oportunidad para ganarse la vida y vinieron a Ciudad Juárez buscándola, aquí Alberto fue a la escuela, aquí su madre lo abandono y aquí encontró su pasión por la música, sus primeras oportunidades. Alberto nació en Parácuaro pero en Ciudad Juárez nació Juan Gabriel.

Su amor por Juárez es mundialmente conocido y es bien correspondido por muchas razones, sus canciones, su apoyo incondicional en los peores momentos, su filantropía, pero sobre todo creo que lo queremos porque él representa lo que es ser Juarense: para el nacido aquí y para el migrante que viene en busca de una mejor oportunidad, el que sobrevive las pruebas de la vida con fuerza y con aplomo. Juan Gabriel como Ciudad Juárez, enfrentó sus crisis y se reinventó una y otra vez, es otro símbolo de batallas ganadas y la esperanza con la que las afrontamos.

Así que yo lloró por un hombre que me dejó un soundtrack de vida, un genio, poeta, músico. Lloro porque además de su arte, su ejemplo me recuerda que la vida es fácil para algunos, difícil para otros, pero posible para todos.

Adiós querido Juanga.

Gracias a @bartemisa1 por tan bello escrito dedicado a Juanga.