Las 5 cosas que la visita del Papa le dejó a Ciudad Juárez

–Nos dejó un recordatorio de que hay que portarse bien.

La visita del Papa Francisco sin duda alguna fue un gran reconocimiento a los Juarenses, él fue testigo de cómo nuestra ciudad es segura, bella, pujante y llena de amor.

Pero no dejo pasar la oportunidad de recordarnos que tenemos que portarnos bien, los errores del pasado fueron consecuencia de olvidarnos de Dios, de olvidarnos del prójimo y buscar un beneficio únicamente individual.

Una ciudad feliz se construye con amor, honestidad, trabajo digno, políticos honestos, valores y solidaridad.

-Nos dejó su ejemplo de lucha, perseverancia, humildad y sencillez

El Papa Francisco es un chavalo de 79 años que durante su visita a México simplemente no paró… Caminó, recorrió, saludó, platicó y nos dejó su mensaje durante 6 días seguidos sin descanso.

El Papa no cesó de dar su mensaje a todos los mexicanos sin importarle cansancio, sed, hambre, calor, etc.

Que nos sirva de ejemplo para que en nuestro día a día,  le echemos todas las ganas, valoremos lo que tenemos (salud, familia, amigos, techo, etc.) y ayudemos al que más lo necesita.

-Le demostramos al mundo que somos a todo dar.

Los ojos del mundo estuvieron sobre Ciudad Juárez y simplemente se dieron cuenta que somos una ciudad extraordinaria, llena de gente amable, sonriente, feliz, trabajadora.

Los miles de peregrinos y periodistas que nos visitaron atestiguaron esto y sin duda serán grandes promotores de nuestra ciudad vayan a donde vayan.

-Nos recordó que el amor todo lo puede.

Nos convertimos en una gran comunidad, Juarenses y Paseños se unieron en un mensaje de paz y amor.

Sacó lo mejor de nosotros, miles de Juarenses contribuyeron con “pequeñas” acciones para ayudar y ser solidarios con los miles de peregrinos que nos visitaron.

Las voces que criticaban su visita en redes sociales mágicamente desaparecieron…

-Nos dejó bien FELICES

¿A poco no?

El Papa Francisco es alguien que desprende una vibra de amor, paz y esperanza; tiene una sonrisa natural, espontanea, llena de vida, amor y entrega, de esas que contagian nomás de verlas.

Toda esa energía, vibra y sonrisas nos dejaron optimistas de nuestro futuro y llenos de fe y esperanza.

Por todo lo anterior y más, el Papa Francisco, simplemente nos dejó FELICES.